Un país tan pequeño como Bélgica también tiene movimientos separatistas. Nieuw-Vlaamse Alliante (N-VA) es un partido flamenco que reivindica la independencia de Flandes, una de las tres regiones belgas.
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El partido N-VA está actualmente en la coalición que gobierna este país y la causa catalana ha causado discordia dentro el gobierno. Su popularidad es bastante alta, hasta tal punto que el partido ganó en las elecciones del año de 2014 el 20,36% de los votos. Aunque su presencia en el gobierno ha suavizado su retórica separatista, el N-VA no pierde oportunidad de evocar sus deseos por la independencia de Flandes.
Historia de la región
A diferencia de Escocia, Flandes nunca ha sido realmente independiente. Flandes ha estados integrada en Holanda desde el 1384. Hasta la independencia de Bélgica del 1830, la región flamenca ha estado bajo influencia española, austriaca y francesa.
Aunque Bélgica fuera creada en el 1830, la gente flamenca no se sintió integrada, especialmente a nivel lingüístico. De esta manera, un movimiento flamenco reclamó el reconocimiento del holandés como un idioma belga (que logró obtener). Durante un largo rato, el francés fué el idioma de la burguesía.
Durante la Primera Guerra Mundial, las problemas lingüísticos fueron tales que los soldados tuvieron dificultades para entender a los oficiales de la burguesía. Estos problemas provocaron el movimiento “Frontbeweging” en el que se basa el nacionalismo flamenco.
Independencia en la región
Entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial se crearon dos movimientos que tenían como objetivo el desarrollo de un estado flamenco independiente: (1) el grupo llamado Verdinaso (1931) y la llamada Liga Nacional Flamenco, Vlaams National Verbond (1933). Estos movimientos colaboraron mucho con los Nazis durante la Segunda Guerra Mundial y sus responsables fueron encarcelados al finalizar la guerra.
El año 1954 nació un nuevo partido político, el Volksunie. Esta organización flamenca experimentó un éxito casi inmediato pero finalmente este partido que combinó tendencias separatistas y federalistas se desmanteló en el año de 2001. Luego, surgieron el Vlaams Blok (ahora conocido como Vlaams Belang) o el N-VA.
En 1980 la región ganó un cierto grado de autonomía con el llamado Consejo Flamenco que pasará a llamarse “Parlamento” en el 2005. Gradualmente, este Parlamento a ido consiguiendo más autonomía gracias a la popularidad los partidos nacionalistas flamencos.
Del 2004 al 2008, el Vlaams Belang fue el segundo partido de Flandes con resultados particularmente buenos. Este partido populista de derechas defensor del nacionalismo flamenco, fue demasiado extrema y no siempre cumplió con las expectativas de los flamencos que ahora prefieren el N-VA.
En el año de 2010, el N-VA comenzó a hacerse un nombre y asustó otros partidas belgas después de su éxito en las elecciones federales legislativas. Su líder icónico Bart De Wever fue elegido senador. Pero este líder del Partido Nacionalista Flamenco llevó al país a un crisis política sin precedentes ya que Bélgica no tuvo un gobierno durante 541 días debido al desacuerdo entre los partidos.
Desde de esas fechas, los separatistas han estado en competencia y su nivel de popularidad no ha disminuido mucho. Fué así que en 2014, después de ganar las elecciones otra vez, se formo en Bélgica un gobierno con un partido francófono y dos flamencos que aun están en el poder.
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Situación actual
Sorprendentemente, Bélgica es dirigida por una organización política que lucha para su desintegración. Aunque el N-VA es un defensor de confederación, últimamente esta empezando a hablar de una separación total de la zona francófona de Bélgica (Valonia).
Según las últimas encuestas de septiembre de 2017, el N-VA continua siendo el partido más importante en Flandes, con 30,2% de las intenciones de voto. La presencia en el gobierno y la retórica más moderada no le resta valor a su popularidad.
Al contrario de lo que puedas pensar, aunque el Partido Nacionalista Flamenco es el ganador las encuestas, sólo un minoría de los habitantes de Flandes quieren independizarse de Valonia. Las encuestas también reflejan que la independencia es la mitad de popular entre los más jóvenes.
Es importante destacar que aunque el Partido Nacionalista Flamenco tenga varios ministerios y secretariados de estado, a veces no duda ir en contra de las decisiones gubernamentales. Este fue el caso esta pasado Octubre de 2017 en el contexto del conflicto catalán.
Posición en relación al conflicto catalán
El Primer Ministro de belga Charles Michel condenó la violencia de la policía española en el referéndum catalán y esto molestó públicamente al gobierno español. Días más tarde el mismo jefe de gobierno clarificó su posición y afirmando que él mismo y su ministerios apoyan a Madrid.
Sin embargo, en Bélgica no vaciló demostrar su apoyo a los separatistas catalanes, aun estando dentro el gobierno. En este conflicto, los miembros del Partido Nacionalista Flamenco (N-VA) vieron la oportunidad exponer su causa por la independencia de Flandes.
El presidente de la región flamenca declaró “estar celoso de los catalanes”. Otro miembro del N-VA se mostró a favor de la declaración de independencia por el parlamento catalán y animó a Europa y la comunidad internacional respetar esta decisión.
El Secretario de Estado de Asilo belga invitó a los separatistas catalanes refugiarse en Bélgica en una entrevista televisiva.
