¿Qué piensa la gente sobre legalización de marihuana en Barcelona?
Eterno debate: Marihuana sí o no. Cada uno tiene su opinión al respecto. Y tal como puedes apreciar en el vídeo, no está necesariamente segmentada entre jóvenes a favor y personas mayores en contra. Cada uno tiene sus motivos, desde el “mal olor” para algunos detractores hasta el: “Si el alcohol y el tabaco está permitido, ¿por qué esto no?”
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Legalización VS Regularización
En unos tiempos en los que parece que el cannabis está más por formar parte de nuestro día a día y en los que a la gente cada vez sorprende menos su consumo, el debate sería: Hasta dónde va a llegar y cómo se va a gestionar. Y aquí nacen dos lineas de opinión: Legalización versus Regulación.
¿Se puede fumar marihuana en Barcelona? La marihuana no se puede fumar en lugares públicos. Solo puedes fumarlo legalmente en una casa particular o en una asociación. En la calle puede llevar solo una cantidad de marihuana, que corresponde a la tasa de consumo personal.
Legalización
Los hay, tal como habréis visto en el vídeo, los que contemplan que si se legaliza, el Estado podría controlarlo y así acabar con el narcotráfico. De este modo nacerían empresas que pagarían impuestos y contribuirían al enriquecimiento de las arcas públicas. Entre otras cosas porque se suprimiría el gasto policial y legislativo que se emplea en perseguirlo.
"Por un lado me gusta por combatir el narcotráfico" / "La gente va a seguir fumando (…) Sería una forma de que haya empresas que paguen [impuestos] en este mercado."
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Regulación
Y por otra parte están quienes se plantean que simplemente habría que regularizarlo. Tal como sucede ahora con los clubs, de los que a continuación hablaremos. Para ello haría falta una ley firme que permitiera su buen funcionamiento.
Los que son más pro regularización que legalización opinan que el Estado no debería meterse porque así solo se conseguiría encarecer la marihuana y que intervinieran empresas, como tabacaleras, que acabasen desvirtuando el producto añadiéndole más sustancias nocivas. Tal como ocurre con los cigarros.
“...Si se legaliza quiere decir que el Estado se beneficiaría y subirían los impuestos. No sé hasta que punto sería mejor dejarlo como está ahora, con el tema de las Asociaciones.”
Clubs cannábicos o Asociaciones Cannábicas
Seguro que has escuchado hablar de los clubs o asociaciones cannábicas. Cuando lo hiciste ¿no te preguntaste cómo es esto posible o legal?
A continuación te damos las claves sobre estas asociaciones. ¿Qué son? ¿Cómo funcionan? ¿Cuáles son sus normas? Y ¿Por qué están permitidas? Cómo huyen del turismo cannábico y cómo en los últimos tiempos han proliferado, sobretodo en Cataluña. Y aún más en Barcelona, donde hay alrededor de 200 y van en aumento.
¿Qué son los clubs cannábicos?
Son asociaciones sin ánimo de lucro de consumidores de marihuana que se juntan para autoabastecerse. Huyen del mercado negro y tratan de normalizar y regular legalmente esta práctica. Cuentan con sedes sociales donde sus socios pueden fumar cannabis libremente.
¿Se puede cultivar marihuana en Barcelona? Sí, se pueden cultivar 2-3 arbustos de marihuana en un apartamento. Esto puede corresponder a consumo anual medio de una persona.
¿Qué los hace legales?
Se amparan en el derecho al autocultivo para consumo personal, que en España no es delito. Es legal siempre que no se suministre cannabis a terceros y mientras toda la producción sea para los socios.
Un club tiene que producir según la demanda de sus socios. Han de evitar, en la medida de lo posible, excedentes, ya que esto sería considerado delito según nos explica la CatFAC.
Por esto, se asigna un límite de retirada de marihuana a cada socio, por semana y por mes. Ellos lo llaman aportación. Este límite está entre los 60-90 gramos por persona al mes. Se trata de una cantidad no excesiva que asegure que la marihuana que retira cada socio es para uso exclusivamente personal. Evitan así, también, que pueda haber socios que distribuyan la hierba a terceras personas ajenas a la asociación.
No buscan incitar al consumo, simplemente pretenden dar tranquilidad a los miles de personas que consumen esta sustancia. Luchan por la regulación de esta práctica y así evitar tener que acudir al mercado negro, por los riegos de salud y penales que eso conlleva.
¿Cómo funcionan?
Para poder retirar marihuana y entrar en la sede del club hay que ser socio. Para asociarte tienes que ir invitado por un miembro acreditar que eres mayor de 18 años y que ya eras consumidor previamente.
Asociaciones catalanas como la CatFAC o la Federació de’Associacions Cannàbiques Autoregulades de Catalunya (FedCAT), así como la Federación de Asociaciones Cannábicas de España (FAC), establecen una serie de buenas prácticas a tener en cuenta por todos los clubs federados para evitar sanciones y apoyar conjuntamente a la normalización de estos establecimientos en las ciudades y entre los vecinos.
Según la Cat FAC: “No existe ninguna ley que certifique que el cumplimiento del código de buenas prácticas no sea motivo de sanción. (…) Pero gobiernos como el de Valencia, País Vasco y Cataluña tienen en consideración estos códigos”.
¿Cómo evitar el turismo cannábico?
Uno de los puntos importantes en este código ético es el asegurar que los socios dispongan de nacionalidad española o que acrediten residir en la ciudad a la que pertenece el club. Los documentos que pueden acreditar la residencia son: Contratos de alquiler de vivienda, facturas, contrato laboral...
En el caso de extranjeros que residan en Barcelona y no puedan acreditarlo se aplica un periodo de 15 días desde que se solicita el alta hasta que se concede. Mientras tanto podrían entrar a la sede pero no formar parte del cultivo, que se traduce en no poder retirar marihuana. Se trata de evitar un turismo cannábico y una mala praxis de lucramiento en la que algunos clubs han caído alguna vez con las consecuentes sanciones penales.
Otros de los apartados que promulgan desde las federaciones es que el consumo se haga dentro de las instalaciones de los clubs. Según la CatFAC, las asociaciones son lugares de consumo inmediato. Extraer la aportación realizada y ser intervenida en la calle por la policía traería consigo la multa pertinente por tenencia de estupefacientes.
¿Cómo se cultiva y se transporta?
Como decíamos, la producción está sujeta a la demanda de sus socios. Por lo tanto cada club cuenta con sus propios cultivos. Estos pueden ser de interior o exterior. Han de cumplir con normativas de salubridad en sus instalaciones y respetar la tranquila convivencia con el vecindario, evitando problemas que pudieran ocasionarse, como olores. También cuentan con medidas de seguridad para evitar que se puedan producir robos.
Cada cosecha está perfectamente etiquetada con fechas, tipología del producto, caducidad… También se hace constar el uso comunitario que se hará de ese producto, para evitar problemas en su transporte hacia el club.
Una de sus reglas principales es la de no acudir al mercado negro. En caso de pérdida de la cosecha por plagas o robos, los clubs solicitarían préstamos a otras asociaciones.
¿Cómo son sus locales?
Para empezar una Asociacion Cannábica ha de estar libre de humos. Esto es, que en las zonas que no sean lúdicas no se puede fumar ni si quiera tabaco.
Tampoco se trata de un bar, ni pretende serlo. No puede ofrecer un servicio como tal porque se trataría de competencia desleal hacia este sector. A su interior solo pueden acceder socios. Además tienen horarios, por lo que tampoco se convierte en un lugar donde apalancarse día y noche.
Estos clubs a menudo organizan actividades, charlas, cine fórum… Entre su mobiliario destacan sofás, mesas donde trabajar y también juegos de mesa, videoconsolas y básicamente cosas que podría tener cualquier centro cívico o asociación.
¿Cuántos hay y dónde?
En Barcelona hay alrededor de 200 clubs de este tipo. Hace unos años, el antiguo alcalde de la ciudad, Xavier Trias, quiso llevárselos por delante estableciendo una serie de normas entre las que se pedía que ninguno de estos locales estuviera a menos de 150 metros de un colegio, gimnasio o institución pública. Con esta medida solo hubieran quedado en pie 11, suficientes para abastecer a los miles de usuarios de cannabis que hay en Barcelona, según él. Pero la nueva alcaldesa, Ada Colau, hizo un cambio en esta norma rebajando a 100 metros la distancia con centros susceptibles de albergar menores.
La comitiva del antiguo consistorio apelaba a que las asociaciones de padres y madres (APAS) fueran duras contra estos clubs argumentando que era un peligro que estos establecimientos estuvieran cerca de los colegios de sus hijos. A esto, las APAS respondieron que podían suponer tanto problema como los bares y estancos, y a estos no se les prohíbe abrir en la puerta de una escuela.
" width="640" height="480">En resumen
Ni fomentar el consumo de drogas, ni hacer de ello un negocio, ni mucho menos atraer a Barcelona un narcoturismo. Lo que estas asociaciones pretenden es acabar con el narcotráfico y buscar las soluciones que la prohibición parece nunca encontrar.
![¿Cuánto cuesta vivir en Barcelona? [Infografía]](https://www.barcelonacheckin.com/img/stored_images/barcelona/articles/73_community2.png)
