1. Vídeo presentación
2. Origen del Park Guell
Este parque fue un encargo que el empresario Eusebi Güell hizo al arquitecto Antoni Gaudí. La idea era construir una urbanización para familias ricas en un entorno saludable y con bonitas vistas. Las obras comenzaron en 1900 y se pararon en 1914. Comprendieron que su lejanía con la ciudad y lo abrupto del terreno, no solo dificultaba su construcción, si no, también las comunicaciones con Barcelona. Así, a la muerte de Eusebi Güell, sus herederos lo ofrecieron al Ayuntamiento de Barcelona, quien lo adquirió en 1922 y lo abrió al público cuatro años más tarde.
Acerca del nombre del parque y de por qué este está en inglés, se habla de que Eusebi Güell quería recrear las ciudades-jardín inglesas. A su vez, hay otra versión que sugiere que las administraciones no dejaron a Gaudí registrar el nombre en catalán, por lo que evitaron así ponerlo en castellano, quedando como 'Park Güell', más parecido a 'Parc Güell', en catalán.
3. Aspectos modernistas
Mimetización con la naturaleza
El Park Güell es la obra más paisajista de Gaudí. El arquitecto catalán siempre se inspiraba en formas orgánicas de la naturaleza. Si sumamos que el modernismo supone un canto, una oda a la naturaleza, y tenemos en cuenta el enclave geográfico en el que se encuentra el parque, estamos ante la adaptación perfecta de una construcción hecha por el hombre con el entorno que le rodea.
Para la construcción tanto de los edificios, esculturas y caminos del Park Güell se respetó totalmente la topografía de la montaña. Por ejemplo, para los viaductos que discurren a lo largo del complejo, no hizo desmontes. Consiguió adaptarlos al terreno y puso algún muro de contención donde fue necesario. Estos muros y pilares que sostienen los caminos, tienen forma de troncos y palmeras y están hechos de piedra del mismo color que la tierra donde se encuentran.
Aprovechó, también, el desnivel de 60 metros que tiene la montaña para evocar un camino de elevación espiritual, de lo terrenal a lo divino, que tuviera como cúspide una capilla. Esta finalmente no se construyó. En su lugar se hizo un monumento al Calvario, del que más adelante hablamos. La entrada al parque representa la entrada al Paraíso, un lugar tranquilo donde reina la calma.
Todo el parque está integrado en la naturaleza a excepción, curiosamente, de la llamada Plaza de la Naturaleza. Una mitad se erige sobre la sala inferior de las 100 columnas. Aunque hay que reconocer que la otra parte de esta zona está bien adaptada al entorno. De hecho, en un lado, hay un muro excavado en la montaña que hace efecto de anfiteatro sobre el que se encuentran unas palmeras junto a muros imitando a estos árboles. Aquí podrás encontrar unas cuevas naturales aprovechadas como servicios.
Y no acaba aquí su homenaje a la naturaleza. Antes de construirse el parque esta montaña se llamaba la 'montaña pelada' (hoy 'monte Carmelo') por encontrarse por aquel entonces deforestada. Gracias a la construcción del Park Güell, Gaudí hizo introducir multitud de plantas y vegetación mediterránea que se adaptara bien al entorno. Trajo pinos, algarrobos, encinas, robles, alcornoques, eucalipto, palmeras, cipreses, olivos, higueras, almendros y mucha flora más que contribuyó a que creciera también la fauna, a consecuencia.
Las líneas curvas
El Park Güell, La Sagrada Familia, todo lo que hace Gaudí, el modernismo, se basa en líneas onduladas. Según Gaudí las líneas rectas no existen en la naturaleza. Así las curvas se alzan en este parque del mismo modo que en la basílica de la Sagrada Familia. De hecho, como símbolo de naturaleza, las columnas de la Sagrada Familia están construidas en forma de troncos de árboles, que sostienen el monumento. Según él, un templo que representa la vida y la muerte, no puede contener líneas rectas. Así que ninguna encontrarás.
"Trencadís"
El máximo exponente del modernismo, Antoni Gaudí, utiliza en su obra el Trencadís, un sistema decorativo que consiste en recubrir superficies con pequeñas piezas de cerámica quebrada, a menudo proveniente de materiales y objetos en desuso.
Es así como el balcón más famoso de Barcelona, el balcón del Park Güell, luce tan colorido. Se dice que fue Gaudí quien propuso esta técnica. Los escultores modernistas de la época ya usaban baldosas de cerámica para sus obras, pero se ve que fue el propio Gaudí quien protagonizó una graciosa anécdota que originó el nacimiento de esta técnica.
Anécdota: Un día que Gaudí acudió al taller a ver cómo colocaban las piezas, cogió una maceta, la tiró al suelo y al romperse sugirió: "A puñados se tienen que poner, si no, no acabaremos nunca". Quién lo diría del autor de La Sagrada Familia... ¿Alguien sabe cuando acabará? Concretamente ya lleva en construcción más años de los que tardaron en construirse las pirámides de Egipto, que en aquel caso fueron 20.
4. Símbolos religiosos o masónicos
La Masonería es, a grandes rasgos, una organización, de carácter más bien discreto, que reúne a hombres, agrupados por logias. Tienen como objetivo la búsqueda de la verdad bajo un espíritu filantrópico, filosófico, simbólico y adogmático. Puede considerarse como la razón, la ciencia y/o la luz, frente a la superstición, los dogmas de la Iglesia y la oscuridad.
Esta sociedad, desde sus orígenes, ha sido perseguida e ilegalizada por considerarse peligrosa debido a su carácter secreto. No es casualidad que sus principales detractores hayan sido en gran medida dictaduras y gobiernos religiosos, viendo en los masones una sociedad que procura destruir la civilización cristiana y la iglesia católica.
Muchas han sido las importantes personalidades que, a lo largo de la historia de la humanidad, han pertenecido a esta sociedad. Estos habrían dejado en sus obras, perpetuadas a lo largo de años y siglos, mensajes, señales y enigmas referentes a su organización.
Algunos masones famosos fueron Winston Churchil, Harry Houdini, Rubén Darío, Abraham Lincoln o Cantinflas. Pero es, a veces, tal la discreción sobre la pertenencia a este grupo, que en ocasiones se quiere ver en cada persona importante de la historia su lado masónico. Y así es el caso de Gaudí, que, pese a ser claramente reconocida su condición de fiel católico, hay quien le atribuye un perfil masón. Los defensores de esta idea interpretan desde este punto de vista cada una de sus obras. Y esto es lo que analizaremos a continuación.
Existen detalles en el Park Güell como la piedra filosofal, símbolo de la alquimia, bien visible a la entrada, en la escalinata, o la predominancia del número 5 por todo el parque, número masónico por excelencia, que son lo que hace a algunos sospechar de las verdaderas intenciones de Gaudí, quizá camufladas. ¿Sería en realidad masón?
Número cinco
El parque está lleno de estrellas con cinco puntas. Sin ir más lejos, en el escudo que contiene el nombre del Park Güell aparecen. Para los masones, este número representa al Compañero, aquel que ha iniciado su quinto viaje. También la 'Quinta Essentia', el quinto elemento o quinta esencia de la naturaleza junto a los otros cuatro elementos: Tierra, agua, fuego y aire. Concepto que ya en la Grecia Clásica, Empédocles, filósofo y político en el Siglo IV a.c, nombraba como el quinto elemento perfecto existente en todas las cosas.
Piedra filosofal
El elixir de la vida, la perfección misma al alcanzar el estado de pureza máximo. La conversión del metal en oro. Algo que se ve reflejado en la piedra situada dentro del trípode que aparece en lo alto de la escalinata de la entrada al parque.
Número 33
Otra curiosidad que nos hace darle vueltas a la idea conspirativa de que Gaudí hizo guiños a la masonería. La escalinata del Park Güell tiene 33 escalones. Este número simboliza entre los masones el máximo grado que se puede alcanzar en su jerarquía.
Curiosamente, también en la Sagrada Familia hay una referencia muy clara y evidente a este número. En la fachada de 'La Pasíón', existe una especie de sudoku cuyos lados suman todos 33.
Hay quien podrá decir que ese número no es ni más ni menos que un homenaje a la edad a la que Jesucristo murió. Pero, dado que el cristianismo a mamado mucho de antiguas religiones y símbolos paganos para transformarlos a su beneficio... ¿Y si esa edad que se estableció para la muerte de Jesucristo no es casual?
Cruces
El Park Güell está lleno de cruces. Sin embargo, muchas de ellas, son cruces que se han denominado como gaudianas. La característica principal de ellas es que se trata de cruces de cuatro brazos. Cada uno de ellos apunta a uno de los puntos cardinales, Norte, Sur, Este y Oeste. No deja de ser interesante como algo tan simbólico como la cruz, Gaudí la moldea a su estilo.
5. Los animales del parque
Salamandra
Multitud de representaciones de animales se esconden entre las paredes de este parque y sus esculturas, pero, sin duda, el icono del parque, es la salamandra que se alza prominente en la escalera a la entrada del Park Güell, en una de las fuentes de la escalinata que da acceso al parque. Está hecha de ladrillo revestido de trencadís. Mide 2,4 metros de longitud. Hay quien dice que puede representar a la salamandra alquímica, que simboliza el fuego.
Lo que es evidente es que este animal parece proteger o custodiar el parque. Es por eso que algunos estudiosos ven en la salamandra la representación del mitológico Pitón del templo de Delfos. En la mitología griega, Pitón fue una gran serpiente nacida del barro que quedó atrapada en la Tierra después de un gran diluvio. También custodiaba, en este caso, el oráculo, que estaba en una cueva de Delfos, en el Monte Parnaso. Esta interpretación, al igual que la de la sala de las 100 columnas, que veremos más adelante, se debe a que, tanto Gaudí como Eusebi Güell eran admiradores de la mitología y el teatro griego.
También hay quien afirma que la salamandra representa al cocodrilo que aparece en el escudo de la ciudad de Nîmes, Francia, lugar donde se crió Güell.
Serpiente
Otro de los motivos prominente que decora la escalinata es la cabeza de una serpiente rodeada de la bandera catalana, es sabido que Gaudí era muy catalanista.
Para algunos, esta representa la imagen de la serpiente Nejustán, que Moisés llevaba en su bastón. Para otros es una alusión al símbolo de la medicina. Una vez más, con otro animal, asaltan las dudas entre religión y ciencia.
Leones
En la cornisa que da al exterior del balcón situado en la parte superior a la sala de las 100 columnas, hay unas gárgolas con forma de cabeza de león. Forman parte del sistema de drenaje, del que hablaremos a continuación.
Pulpo
Se encuentra en el techo de la sala de las 100 columnas, de la que más adelante hablamos. Es un símbolo que hace referencia, precisamente, al sistema de drenaje de agua que pasa por el interior de este techo.
6. Principales partes del parque
El parque ha sido dividido en dos partes. Dado el incesante flujo del turismo en el Park Güell, se ha establecido un límite de aforo en una de las zonas. A continuación te hablamos de diferentes espacios que no has de perderte, en ambas partes, y después te explicamos cómo acceder a cada una de ellas.
Sala de las 100 columnas
Se llama Sala de Hipóstila, nombre con que se conocían en la Grecia antigua a estas grandes salas con semejante disposición de columnas. Llegaban a constituir un bosque de pilares. Esta en concreto, pese a su nombre, tiene 86.
Se trata de columnas de 6,16 metros de alto y 1,20 metros de diámetro. La idea inicial era que hubiera habido 90, pero finalmente Gaudí suprimió cuatro de ellas y en el espacio libre, en el techo, situó cuatro rosetas de 3 metros de diámetro cada una, que representan las 4 estaciones del año, con dibujos de soles de 20 puntas de diferentes colores.
Esta sala estaba pensada para que hubiera sido el lugar donde hubiera ido el mercado de la urbanización. Como contaremos a continuación, por su techo discurre el sistema de drenaje fluvial del parque, algo que fue representado con un pulpo en el techo. Te invito a que lo busques.
Este sistema hidrológico fue muy bien planificado y desarrollado. Habrá quien pueda preguntarse por qué la parte de arriba, donde se encuentra el balcón, está sin pavimentar. Pues resulta que es para que se pueda filtrar el agua de la lluvia y así canalizarse hacia un depósito subterráneo con el fin de abastecer el riego de todo el parque.
Cuando el depósito sobrepasa un límite, el agua se ve expulsada por la boca de la salamandra. Debía haber habido un manantial, pero tras el fracaso de la urbanización, Eusebi Güell decidió en 1913 comercializar este agua. Y aquí va otra bofetada conspiratoria: La comercialización de este agua la hizo bajo el nombre de marca SARVA. Sar y Va son dos letras en sánscrito, iniciales de Siva y Visnu, dioses hindúes, creadores, preservadores y destructores del Universo.
Balcón de Barcelona
Aquí es donde tienes que sacarte las fotos. No solo es un icono de Barcelona, si no que las vistas de la ciudad son perfectas. Se trata de un balcón de 110 metros de largo en forma de serpiente. Se trata de un banco ergonómico. Fue diseñado para amoldarse perfectamente al cuerpo humano.
Curiosidad: Se dice que Gaudí pidió a un obrero que se sentara. De esta forma hizo el banco a la medida del cuerpo de un hombre.
Una vez más Gaudí juega con las formas de animales y con el trecandís. Los colores y formas de estos pequeños trozos de cerámica se esparcen por todo el banco de forma aleatoria y con cierto sentido también, a veces. Si te vas fijando, encontrarás signos del zodiaco, estrellas, peces, flores y motivos religiosos. Predominan los colores verde, azul y amarillo, que para Gaudí, representaban la esperanza, la fe y la caridad.
En la parte externa del balcón encontrarás las gárgolas, en forma de león, que antes mencionábamos y que forman parte del sistema de drenaje de agua.
A esta zona se la conoce como Plaza de la Naturaleza. Al contrario que el resto de construcciones del parque, mimetizados con el relieve de la naturaleza, este espacio está edificado en parte sobre la montaña, en parte sobre la Sala Hipóstila, que lo sostiene.
Esta zona, entonces llamada el Teatro Griego, estaba pensada precisamente para eso, para que fuera un teatro. Y la idea era que los propietarios de las casas de aquella urbanización pudieran ver los espectáculos directamente desde sus terrazas.
Una vez parada la construcción de este proyecto, este espacio sí que se convirtió en escenario de muchas muestras de la tradición catalana, como bailes de sardanas.
Como decíamos, este balcón ofrece unas vistas increíbles de Barcelona. Desde aquí se ve, entre otras cosas, la Sagrada Familia, la obra más importante de Gaudí, que empezó a construirse en 1882 y que se prevé que terminará en 2026.
Pórtico de la lavandera
El parque está definido por una serie de viaductos que Gaudí hizo de tal manera para que cupieran carruajes y transitaran las personas. Estos están perfectamente integrados con el relieve del terreno. Los adaptó totalmente y los hizo de forma que no rompiera con la estética que ofrece la naturaleza.
Destaca el pórtico de la lavandera. Forma parte de un viaducto compuesto por columnas en forma de tronco, hechas por distintos artistas con el fin de que ninguna fuera igual. Entre ellas hay una completamente diferente por tener la forma de una mujer con una carga encima de la cabeza.
Esta columna se ha interpretado, como siempre, de dos formas distintas. Para algunos es una lavandera que carga con lencería y ropa para lavar. Para otros supone una portadora de ofrendas, similar a una estatuilla egipcia expuesta en el Museo del Louvre.
Casas del parque
La Casa Rosa
Adquirida por Gaudí una vez paradas las obras en el parque. Esta pretendía ser la casa piloto que enseñar a los futuros propietarios del resto de 59 casas que se preveía que compusieran la urbanización. Gaudí vivió aquí entre 1906 y 1925. Después se trasladó al obrador de la Sagrada Familia, donde residió hasta su muerte. Destaca de esta casa la ventana en lo alto del edificio, en forma de corazón.
Los pabellones de entrada
Se trata de lo que iba a ser la casa del portero y la de la administración. Estas bonitas edificaciones están inspiradas en el cuento de Hänsel y Gretel que por aquel entonces se representaba en el Liceu. Una obra traducida por un buen amigo de Gaudí y de Güell, Joan Maragall.
La que pudiera haber sido la casa del portero, acaba en su tejado con una cúpula en forma de hongo. La otra casa, ahora dedicada a librería y tienda de souvenirs, está coronada por una cruz gaudiana de cuatro brazos, señalando, como anteriormente comentábamos, los cuatro puntos cardinales. Esta cruz fue destruida en 1936 y reconstruida tras la Guerra Civil.
Casa Trías
Es la Casa Martí Trias i Domènech, una de las pocas compradas en el parque y que luce solitaria entre la vegetación que rodea la zona. Otra interesante casualidad existe con esta casa. Resulta que el hijo del dueño, Alfonso, estudiante de medicina, fue quien identificó a Gaudí tras ser atropellado por un tranvía. En el momento del accidente nadie reconoció al artista, ya que solía vestir de forma humilde. Asi que, mientras lo dejaban morir, una vez lo trasladaron con calma al hospital, allí estaba el hijo de Martí Trías quien dio la voz de alarma.
El Calvario
La colina de las tres cruces o El turó de les tres creus, en catalán. Es la parte más alta del parque. Aquí, Gaudí, pensaba construir una capilla, pero al pararse las obras decidió construir este homenaje a la pasión de Cristo. Cabe destacar, como curiosidad, que son tres las cruces, pero que una tiene forma de flecha, apuntando al cielo. Los lados de las otras apuntan directamente a los cuatro puntos cardinales.
¿No te gustaría tener a Gaudí al lado un rato para preguntarle el significado de todos los mensajes que fue dejando?
7. Consejos para visitar el Parque
Guia practica
Para visitar el Park Güell nosotros nos dejamos guiar por UnPuzzle Barcelona. Se trata de un tour online que, a modo de gincana, y desde tu móvil, te va indicando el camino a seguir y explicándote todas las curiosidades que vas encontrando al paso. Si no las encuentras te harán buscarlas para que la experiencia sea más gratificante y así descubras todos los secretos que esconde el famoso parque de Gaudí. Merece la pena vivir la experiencia de esta manera.
Reserva tu entrada con antelación
Se trata de lo primero y más importante, si pretendes visitar el parque. Hace tiempo la entrada era gratuita y el espacio de libre acceso, pero el incremento de los turistas han hecho que se estipulen unos límites de aforo y que ahora cueste 7€.
Ve temprano
No pienses que por no ser fin de semana puedes encontrarte menos gente visitando el parque. Es uno de los iconos emblemáticos de Barcelona, quizá de los más visitados de la ciudad. Por eso siempre hay mucha gente. Te recomendamos que vayas en las primeras horas del día, pues a esa hora la mayoría de los turistas duermen o están desayunando. Ármate de valor, madruga y aprovecha el día.
La parte del parque gratis
La parte por la que pagas 7€ es esa en la que se encuentra el balcón, la escalinata y la sala de las columnas. Si bien merece la pena entrar, merece del mismo modo la pena no perderse el resto del parque que es gratuito.
A lo largo del parque, tanto en la zona de pago, como en la gratis, verás muy claramente el efecto de la mano de Gaudí sobre el entorno, precisamente por estar todo mimetizado con la naturaleza. Lo verás en escaleras, columnas, en la colina de las tres cruces, que pertenece a la zona de libre acceso... Y lo mejor, por todo el Park Güell podrás disfrutar de las vistas. Si algo bonito tiene este parque son sus vistas, y estas son gratis.
Alojamiento
Tipos de alojamiento hay muchos: Hoteles, albergues, hostels, campings... Pero si quieres vivir una experiencia auténtica, integrarte entre los vecinos de Barcelona y no parecer un turista más, nuestra recomendación es que, alquiles un apartamento. Te sentirás como en tu hogar, podrás cocinar tu propia comida que, a su vez, podrás obtener en alguno de los míticos mercados de la ciudad, mientras te mezclas con los barceloneses. Además, si vienes en grupo y cuantos más días estés, te puede salir mucho más económico que cualquier otra opción. Por eso, aquí te dejamos una lista de departamentos baratos cerca del Park Güell. Échales un vistazo.
Cómo llegar
Puedes ir en metro si te bajas en Vallcarca o en Lesseps, con la línea verde, pero tendrás que andar después. Puedes ir en coche, en moto o en bicicleta si quieres, pero mi recomendación es el autobús. Dos en concreto, por dejarte en la puerta del parque:
- El autobús 24: Lo puedes coger en la misma Plaza Catalunya y te hace un recorrido por el Paseo de Gracia, así podrás ver de paso obras como la Pedrera o la Casa Batlló. Para justo en la puerta del parque.
- El autobús 92: Este lo puedes coger en el paseo marítimo de Barcelona. Pasa por al lado de la Sagrada Familia y el Hospital de Sant Pau y también te deja justo en la puerta.
